La maloclusión dental es un trastorno dental que afecta a la forma en que los dientes encajan entre sí. Es decir, es una condición dental que ocurre cuando los dientes no están correctamente alineados. Puede deberse a muchas causas, como caries, enfermedades de las encías, ausencia de dientes o defectos de nacimiento. Esto puede causar una serie de problemas, incluyendo la dificultad para masticar y hablar, y también puede conducir a la caries dental y la enfermedad de las encías. En esta entrada del blog, hablaremos de lo que es la maloclusión dental, los diferentes tipos de ella, cómo prevenirla y cómo ser diagnosticado si crees que la tienes. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la maloclusión dental?
La maloclusión dental es una incidencia más o menos frecuente que afecta a la incorrecta alineación de las piezas dentales, hasta el punto de que origina que la piezas superiores no encajen correctamente con las inferiores en el momento de la mordida. El paciente necesitará de un conveniente tratamiento bucodental para corregir este problema. Es frecuente este problema tanto en niños como en adultos. Existen factores de riesgo asociados a la maloclusión dental.
Tipos de maloclusión dental
¿Sabes qué tipos de maloclusión dental existen? Este problema en la dentadura no se presenta de manera uniforme, pues tiene diferentes manifestaciones. ¡Las explicamos a continuación! Existen variaciones muy sensibles entre algunos tipos de maloclusión dental:
Maloclusiones transversales
Las maloclusiones transversales son la más frecuente de todas y se caracteriza sobre todo porque las alteraciones en los dientes se producen (como su denominación indica) en un sentido trasversal o en su defecto horizontal. Su efecto más inmediato es que generará una mordida cruzada (bien en un lado o incluso en los dos) y realmente molesta para el afectado.
Maloclusiones verticales
La gran diferencia de las maloclusiones verticales reside en que no habrá ningún tipo de contacto entre los dientes incisivos (tanto en el superior como inferior). Se genera una sensación de impotencia durante cualquier ingestión de alimentos al crearse un vacío en esta parte de la dentadura.
Maloclusiones sagitales
Las maloclusiones sagitales se distinguen en que su principal señal de identidad se basa en que la estrechez afecta a los molares, al punto de que el inferior está bastante más adelantado que el superior. Esta acción propicia que los pacientes con esta clase de maloclusiones tengan un mentón muy prominente y que es fácilmente reconocible.
Mordida abierta
Mientras que por último, la mordida abierta también suele ser muy habitual entre los pacientes. Se debe sencillamente a que las piezas en encajan nada bien y por tanto se produce una disfunción al comer y sobre todo masticar cualquier alimento.
Clases de maloclusión dental
Tal y como hemos visto en el anterior apartado de este artículo, la maloclusión dental puede manifestarse de muchas y variadas formas. En cualquiera de los casos, lo más importante es identificar ante cuál de ellas estamos. De esta manera, se puede llevar a cabo el procedimiento dental correcto para subsanar la incidencia de forma óptima para el afectado. Existen diferentes clases de maloclusión dental:
Hay tres tipos principales de maloclusión dental: Clase I, Clase II y Clase III. La clase I es la más común y se produce cuando los dientes superiores se superponen a los inferiores. La Clase II se produce cuando los dientes inferiores se superponen a los superiores, y la Clase III se produce cuando los dientes superiores e inferiores no se encuentran en absoluto. Cada tipo de maloclusión puede dividirse a su vez en subtipos.
Causas de la maloclusión dental
El origen de este problema dental puede deberse a diversas causas que puede provocarlo. Una de las más relevantes es por factores genéticos, para que así pase la maloclusión dental de padres a hijos, tal y como han puesto de manifiesto recientes estudios bucodentales. En este caso, los primeros síntomas aparecerán cuando en los primeros años de la adolescencia.
Otra de las causas ciertamente que inciden en la emergencia de este trastorno dental tiene que ver con los primeros años de la infancia. El uso tardío del biberón en los niños más pequeños puede ser la explicación para su aparición. De la misma manera que también suele ser muy común los problemas para respirar la boca y que empiezan a partir de los 14 o 16 años. No obstante, esta es una causa más atípica que no es muy normal verla como desencadenante de esta incidencia dental.
En otro escalón están las motivaciones más psicológicas que físicas. Como por ejemplo, aquellas personas que se muerden las uñas o los lápices. Al igual que el hecho de presionar frecuentemente la lengua contra los labios. Mientras que por otra parte, también puede haber otras motivaciones en la conducta personal, pero que son tan habituales para su manifestación.
Prevención de la maloclusión dental
Quizás sea el apartado que más preocupa a buen número de afectados por este problema tan inoportuno. En este sentido, una de las mejores estrategias en la prevención consiste básicamente en llevar revisiones en las clínicas dentales. Es aconsejable visitarlas desde los cinco años con el objeto de que pudiese detectar si existe la maloclusión dental. De todas las formas, otro de los sistemas más eficaces para satisfacer esta necesidad es importando una serie de hábitos en la higiene bucal. Como por ejemplo, limpiando los dientes después de cada una de las comidas llevadas a cabo, usando pastas dentales para mantener un buen flúor dental…
Por otra parte, también es muy aconsejable limitar el uso de chupetes y biberones en ciertas edades del bebé. A la vez que por último, siempre da muy buenos resultados seguir desde muy pequeño con una tipo de alimentación sana y equilibrada. Como herramienta para prevenir la maloclusión dental.
Diagnóstico de la maloclusión dental
No menos importantes es esta faceta de la incidencia que estamos tratando. Esta actuación requiere de una acción rápida desde los primeros años de la infancia. Pero si no fuese de esta manera, el diagnóstico de la maloclusión dental se realizará a través de diversas fuentes. Una de ella es con el historial clínico del paciente ya que puede dar alguna que otra pista sobre su aparición. Al igual que con un examen físico, en especial en los más pequeños. Y por supuesto, que pasando una revisión periódica en la consulta del ortodoncista.
¿Tienes alguna duda respecto a la maloclusión dental? En Clínica Arteo estamos encantados de atenderte. Resolvemos todas tus dudas, ¡solo tienes que contactar con nosotros!
